jueves, 6 de marzo de 2008

Homúnculos en el Vecindario


Recientemente leí un cuento que trataba sobre el tema de los homúnculos, estos hombrecillos que en la mitología medieval se creía que podían ser creados por los alquimistas a imagen y semejanza del ser humano pero sin embargo carentes de alma, por lo que simplemente eran contenedores vacíos, pura cáscara o carcasa.

Al leer esto lo primero que se me vino a la cabeza en el recuerdo fue un individuo con el que trabaje años atrás en la misma oficina llamado Juan.
Juan era un individuo sumamente callado y discreto que siempre andaba solo a donde fuese.
De hecho nunca que recuerde se le vio socializar con persona alguna ni dentro ni fuera de la oficina y de hecho su día transcurría en un estado de ánimo que oscilaba entre la apatía y la indolencia.
Siempre almorzaba solo y nunca se integró a ningún grupo ni siquiera en los eventos deportivos que por lo general siempre congregan a la mayoría del personal.
Cuando en ocasiones era atrapado de casualidad en medio de alguna conversación, simplemente se limitaba a escuchar con gesto distraído, nunca lo vi exponiendo una opinión espontánea y mucho menos liderar una conversación.

Sin embargo cumplía su trabajo con responsabilidad y eficacia que no lo hacían destacar pero que hacía que los jefes catalogaran de correcto su trabajo, por otro lado siempre era el que primero llegaba a la oficina y el que último se iba, nunca lo vi faltar y si la memoria no me falla nunca lo vi tomar vacaciones.
Un día que tuve que quedarme en la oficina hasta altas horas de la noche para terminar algo de urgencia, no pude evitar acercarme a hablarle haciendo un alto que necesitaba para despejarme un momento, es así que recuerdo que cuando le dirigí la palabra volteó y me miro con la expresión mas lela que he visto en mi vida, como un autómata, como una máquina en automático, ausente me miraba sin mirarme, claramente recuerdo sus ojos desprovistos de toda chispa y su expresión como mascara de cera.
Esta de más decir que en vano trate de hacer conversación con el, simplemente recuerdo que me manifestó no tener hobbies ni aficiones y solamente pude sonsacarle que se aburría en su casa y por eso prefería estar en la oficina hasta esas horas.
Es por esto que ahora pienso que no es necesario de la ciencia arcana de los alquimistas para producir homúnculos en el mundo, yo creo que ya están entre nosotros y probablemente siempre han estado, solo basta echarle una mirada a tu entorno y quizás puedas encontrarlos.



1 comentario:

Nestor dijo...

El unico lugar del mundo donde no vi estos seres fue en Cuba. Ahora que vivo lejos del Peru puedo asegurar que el mundo esta plagado de ellos. Es mas, sospecho que a la larga la raza arcana seremos los que si apreciamos nuestros ratos de ocio.