sábado, 15 de enero de 2011

Las Ratas en los Cuentos de Terror

No se si se deba a que en el horóscopo chino pertenezco a su signo, pero en mi experiencia de lector de historias de terror, nunca he podido evitar sentirme especialmente atraído por aquellas dentro la cuales las ratas sean las protagonistas, pues de alguna manera su presencia siempre ha evocado en mi mente numinosos miedos atávicos y ancestrales.

Quizás sea su aspecto bastante repelente, de pelaje oscuro e hirsuto, cola pelada cual carnoso apéndice, ojillos agudos y desafiantes, o quizá por sus sucios hábitos que fácilmente se asocian a pestes, plagas y enfermedades, pero difícilmente podremos encontrar persona alguna que no sienta algo menos que una incomoda sensación de alerta ante su presencia.

Es por esto que para mi no es novedad que su participación sea bastante recurrente en muchos de los clásicos e hitos del terror, pues añaden a los escalofríos propios del genero, aquella sensación de asco y repugnancia, que permite cristalizar un poderosísimo y venenoso coctel para los sentidos.

A continuación les presento 10 excelentes historias que tienen como protagonistas a estas repulsivas alimañas, historias cuyas lecturas me impresionaron sobremanera y que me ocasionaron tantos escalofríos y pesadillas como desagradables e incómodas sensaciones, casi todas ellas podrán encontrarlas buscando pacientemente en la web, de mas esta decir que recomiendo enfáticamente su lectura para todos aquellos amantes del género:

- La Casa del Juez, de Bram Stoker, una casa embrujada, un despistado inquilino, la maldad pura encarnada en un molesto roedor, son presagios para nada buenos, en este tremendo clásico del género.

“Aquella noche el rumor de las ratas empezó más temprano; con toda seguridad se había iniciado ya antes de su regreso, y sólo dejó de oírse unos momentos mientras les duró el susto causado por su imprevista llegada. Después de cenar se sentó un momento junto al fuego a fumar y, tras limpiar la mesa, empezó de nuevo su trabajo como otras veces. Pero esa noche las ratas le distraían más que la anterior. ¡Cómo correteaban de arriba abajo, por detrás y por encima! ¡Cómo chillaban, roían y arañaban! ¡Y cómo, más atrevidas a cada instante, se asomaban a las bocas de sus agujeros y por todas las grietas y resquebrajaduras del zócalo, con sus ojillos brillantes como lámparas diminutas cuando se reflejaba en ellos el fulgor del fuego!”

.- Las Ratas en la Paredes, de H.P. Lovecraft, Lovecraft clásico con maldiciones ancestrales y hordas de ratas antediluvianas que lo devoran todo a su paso, que más se puede pedir de un imprescindible clásico del género?. Asimismo, es ya legendaria también la adaptación para comic hecha por el genial Richard Corben.

“La más gráfica de todas las historias que circulaban sobre el lugar era una que relataba la dramática epopeya de las ratas -un insaciable ejército de obscenas alimañas que había surgido en tropel del interior del castillo tres meses después de la tragedia que lo condenó al más absoluto abandono-, una cenceña, nauseabunda y famélica soldadesca que había barrido todo a su paso, devorando aves, gatos, perros, cerdos, ovejas y hasta dos desventurados seres humanos antes de ver acallado su furor.”

- Las Ratas del Cementerio, de Henry Kuttner, Un tenebroso cementerio, ratas, ratas y más ratas, junto a un profanador ambicioso, son los ingredientes de este otro inolvidable clásico del género.

“En cuanto a estos roedores, ciertamente, Masson les tenía aversión y respeto. Sabía el peligro que acechaba en sus dientes afilados y brillantes. Pero no comprendía el horror que los viejos sentían por las casas vacías, infestadas de ratas. Había oído rumores sobre ciertas criaturas horribles que moraban en las profundidades de la tierra y tenían poder sobre las ratas, a las que agrupaban en ejércitos disciplinados. Según decían los ancianos, las ratas servían de mensajeras entre este mundo y las cavernas que se abrían en las entrañas de la tierra, muy por debajo de Salem. Y aún se decía que algunos cuerpos habían sido robados de las sepulturas con el fin de celebrar festines subterráneos y nocturnos. El mito del flautista de Hamelin era una leyenda que ocultaba, en forma de alegoría, un horror blasfemo; y según ellos, los negros abismos habían parido abortos infernales que jamás salieron a la luz del día.”

- El Ultimo Turno, de Stephen King, ominosas ratas pululando en los sótanos de una vieja tejeduría, pero sabrá Dios que horrores y abominaciones moran aún mas abajo?, lo invitamos a averiguarlo en este King clásico.

“Uno de ellos se inclinó sobre el anillo de hierro y tiró. Al principio Hall pensó que no cedería, pero después se zafó con un chasquido extraño, crujiente. El otro hombre metió los dedos debajo del borde de la tapa para ayudar a levantarla, y en seguida los retiró con un grito. Sus manos se habían convertido en un hervidero de enormes escarabajos ciegos. El hombre que aferraba el anillo volcó la escotilla hacia atrás con un gruñido convulsivo y la dejó caer. La cara inferior estaba ennegrecida por una fangosidad desconocida, que Hall nunca había visto antes. Los escarabajos se desplomaron entre las tinieblas de abajo y corrieron por el suelo, donde fueron triturados bajo los pies. Warwick apuntó hacia abajo con su linterna. Una destartalada escalera de tablas conducía hacia las piedras negras del subsuelo. No se veía ni una rata.”

- El Pozo y El Péndulo, de Edgar Allan Poe, cuales son los límites de la crueldad humana?, se pregunta un pobre hombre atormentado por la Santa Inquisición, sin embargo en medio de la desesperación suprema las ratas podrían convertirse en un aliado inesperado, en este inmortal Poe clásico. Igualmente clásica e imprescindible es la adaptación hecha para la revista Creepy por Rich Margopoulus con dibujos de José Ortiz.

“Hacía varias horas que cerca del caballete sobre el que me hallaba acostado se encontraba un número incalculable de ratas. Eran tumultuosas, atrevidas, voraces. Fijaban en mí sus ojos rojos, como si no esperasen más que mi inmovilidad para hacerme presa. «¿A qué clase de alimento —pensé— se habrán acostumbrado en este pozo?.”

- El Entierro de Las Ratas, de Bram Stoker, la curiosidad por conocer el “lado feo” de la ciudad de París lleva a un despistado burgués a internarse en los dominios de las ratas, la basura, la inmundicia y la escoria humana, será posible el retorno de este imprudente viaje de pesadilla?, lo invito a conocer el estremecedor desenlace de este Stoker no tan conocido.

“Ahora estaba sentado en el centro de la baja choza con la mujer a mi izquierda y el hombre a mi derecha, los dos un poco frente a mí. El lugar estaba lleno de todo tipo de curiosos objetos de madera, y de muchas otras cosas que hubiera deseado que estuviesen muy lejos. En una esquina había un montón de trapos que parecían moverse por la cantidad de bichos que contenían y, en la otra, un montón de huesos cuyo olor estremecía un poco. De tanto en tanto, al mirar aquellos montones, podía ver los relucientes ojos de algunas de las ratas que infestaban el lugar. Aquellos asquerosos objetos eran ya bastante malos, pero lo que tenía peor aspecto todavía era una vieja hacha de carnicero con un mango de hierro manchado con coágulos de sangre apoyada contra la pared a la derecha.”

- El Flautista de Hamelin, Versión de los Hermanos Grimm, de niño no podía evitar sentirme atraído por este clásico infantil, no exento de cierto y sutil toque macabro como ya lo ha apuntado Henry Kuttner, en el cual un misterioso personaje de capa y sombrero aparece para librar al pueblo de un mal ancestral, sin embargo, ante la ingratitud del pueblo, la cura será peor que la enfermedad.

“¿Y saben lo que pasaba? Pues que de todas las casas empezaron a salir ratas. Salían a torrentes. Lo mismo las ratas grandes que los ratones chiquitos; igual los roedores flacuchos que los gordinflones. Padres, madres, tías y primos ratoniles, con sus tiesas colas y sus punzantes bigotes. Familias enteras de tales bichos se lanzaron en pos del flautista, sin reparar en charcos ni hoyos.”

- La Rata, de J. Rubio Aracil, de lo mejor dentro de la excelente Biblioteca Universal de Misterio y Terror de ediciones UVE, cuenta la historia de una rata de laboratorio que se venga de la humanidad incubando un letal cáncer vivo en su interior.

- La Heredera, de Concha Hombría, también dentro de lo mejor de la excelente Biblioteca Universal de Misterio y Terror de ediciones UVE, cuenta la historia de una familia que lleva sobre su linaje una extraña enfermedad mental (¿maldición?) que les confiere una bizarra relación con las ratas y alimañas.

- La Cena, de Antonio Galvez Ronceros, historia Peruana, la leí de niño en el compilatorio denominado Cuentos Peruanos 2, pero forma parte de la colección de cuentos denominada Los Ermitaños, nos cuenta la historia de una resignada familia de sirvientes que se ve obligada a enfrentarse a las temibles ratas del desván para vengarse de su abusivo patrón a través de servirle un alucinante banquete.
Bon Apetit!.

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