La Leyenda de La Nynfa & El Fauno - Duelo en North Town - Parte 1

La mujer era alta, de piernas largas y bien torneadas, vientre plano y brazos largos, vestida de manera que se resaltaba su estilizada figura. Poseía un par de espléndidos senos que tensaban sus ropas y que generaban un marcado vaivén cuando ella respiraba fatigosamente por la marcha. Su gesto era adusto, reflejando cierto aire autoritario, pero de cuando en cuando era posible arrancarle una sonrisa que su compañero sabía sonsacar.
El hombre era ligeramente mas bajo que la mujer, piernas de macho cabrío velludas, gruesas y fuertes, torso ancho y brazos musculosos, un considerable bulto resaltaba en su entrepierna. Tenía un gesto burlón en la boca y un rictus que revelaba cierto aire de cinismo.


Ambos personajes caminaban decididos por el polvoriento camino que los llevaba a su siguiente destino. El fauno tarareando una pegajosa melodía. La Nynfa absorta en sus pensamientos.
“Por todos los demonios trífidos de Kandar!, finalmente llegamos a un lugar habitado. Han sido ya demasiados días que caminamos por este aburrido desierto y ya estoy cansada de follar recostada sobre una piedra y además con el mismo semental”, exclamo la Nynfa rompiendo el silencio.
“Como sea, también me alegro de llegar a un lugar habitado”. Replico el fauno socarrón.
Habían llegado a los linderos iniciales de un pequeño poblado a cuya entrada resaltaba un discreto cartel estilo pueblo del viejo oeste con el curioso nombre: “North Town” seguido del número 5347 que aparecía borroneado.


Así pues, cruzaron ansiosos los limites del pueblo y se encaminaron por lo que parecía la vía principal.
“Los habitantes se ven bastantes normales, por lo menos no se aprecian mutaciones a simple vista”. Mascullo la Nynfa, mientras el fauno abordaba animadamente a uno de los lugareños.
“Amigo, donde puede uno echarse un buen polvo colectivo en este pueblo?. Hemos pasado semanas de solitaria travesía cruzando el caluroso desierto de Dar El Sakar". Exclamo el Fauno con un guiño burlón.
El pueblerino volteó a mirarlo extrañado y con gesto ceñudo apunto con el dedo a un enorme local con estrambóticas luces de colores en la entrada que se encontraba a unos 200 metros hacia su derecha. "Taberna Flesh" se leía en la parte superior.

**************************************************


El Fauno recordaba la portentosa capacidad erótica de la Nynfa, prácticamente no había proeza sexual que no pudiera realizar. En muchas ciudades era conocida como la mismísima diosa Venus encarnada, pero la verdad era que hasta la arcana y antigua diosa Venus sentiría envidia de la Nynfa.
Sus voluptuosos atributos físicos eran notorios a simple vista. Eran otras capacidades las que le conferían especial interés. En principio podía controlar todos sus esfínteres a voluntad, ajustándose a una presión adecuada, pero no era ello lo que la volvía especial en comparación con otras féminas.


Su verdadero encanto se hallaba en un segundo clítoris dispuesto en el recto y de un tercer clítoris ubicado a un par de centímetros de la entrada de su garganta, los cuales le conferían la capacidad de experimentar el clímax en cualquiera de sus tres cavidades, inclusive en simultaneo si es que podía disponer de la ayuda necesaria, en cuyo caso podía llegar a experimentar lo que ella denominada “bi-orgasmos” o “tri-orgasmos”. Adicionalmente su piel podía exudar a voluntad una poderosa feromona capaz de encender libidinosos deseos hasta en un no-muerto.
Por su lado el Fauno hacia gala de una vitalidad sexual prácticamente incombustible. Poseía además como todo buen descendiente de las colinas pánicas de Nueva Helenia, un par de tumescentes miembros con los cuales podía penetrar dos cavidades a la vez. Asimismo su larga y serpentina lengua podía desenroscarse una considerable longitud constituyéndose en un tercer apéndice amatorio.
Juntos conformaban una singular pareja que se conocía desde hace mucho tiempo atrás. Por decisión propia vagaban por doquier buscando aventuras en este curioso nuevo mundo.

**************************************************


Personas entran y salen del "Taberna Flesh", en un entrevero de gentes, por lo que no les es difícil abrirse paso y colarse al interior.
El interior está abarrotado de decenas de mesas alrededor de un enorme escenario, donde una gran cama redonda se encuentra a la vista de todos los presentes.
“Un colectivo, creo que hoy estamos de suerte Nynfa”, susurra excitado el Fauno.


Nynfa se detiene un breve momento a observar detenidamente el panorama pues detecta una tensa excitación en el ambiente. Sin embargo el Fauno ya se ha acercado de manera imprudente hacia la caseta donde un tipo con gesto aburrido parece atender el registro de participantes.
De pronto se enciende una gigantesca pantalla computarizada apareciendo sus nombres junto con el de otros ocho más.
Nynfa le lanza una mirada de reproche al Fauno quien encoje los hombros y mueve la cabeza con gesto infantil.
Pronto el marcador empieza a oscilar. La multitud lanza un grito ahogado. El puntero señala dos nombres: Spear y Melina.

********************Continuara********************