lunes, 28 de junio de 2010

Los Infortunios de la Virtud

Hace poco, estuve conversando con un amigo de la infancia quien me contaba visiblemente decepcionado su experiencia con los cursos de maestría en administración que estaba llevando, expresándose de la siguiente manera:

“Te cuento que he perdido completamente la motivación por seguir estudiando los cursos que estoy llevando en la maestría, puesto que han resultado ser nada mas que un conjunto de falacias sin aplicación práctica, pues todas esas patrañas sobre liderazgo, motivación, integridad, negociación, ganar/ganar, capital humano, coaching, mentoring y demás, se desmoronan como un castillo de naipes ante el ejemplo que representa mi actual gerente de área”

Mi área esta dirigida por una persona que es toda una antítesis de lo que te enseñan, pues esta regida por un tipo déspota, soberbio, altanero, avaro, rencoroso, egoísta, malicioso y grosero, que trata a todo su personal con la punta del zapato, como si fueran productos desechables”

“Muy por el contrario a lo que nos enseñan en la facultad, el resultado de su éxito se ha basado en el oportunismo mas artero, en seguir los axiomas de Maquiavelo, en pisotear a los demás para escalar, para luego rodearse de una corte de lameculos y comechados que lo secundan en todo y que legitimizan un clima laboral completamente malsano e irrespirable”

“Incluso en lo personal es un individuo moralmente despreciable, la peor de todos sus lameculos es su secretaria, una alcahueta que es la persona mas incompetente que conozco, con quien ventila y pavonea con todo desparpajo de macho alfa su infidelidad ante los demás en la oficina”

“Lo mas incomprensible, es que por sabe Dios que oscuras, infames y retorcidas malas artes, es bien visto por todos sus superiores e incluso por gente de otras áreas, a cuyos ojos es considerado todo un referente y ejemplo de excelencia profesional”

“Yo no me considero una persona incompetente, irresponsable o mal intencionada, sino todo lo contrario, sin embargo este no es el único caso que conozco, pues lamentablemente toda mi vida profesional ha estado marcada por tener que soportar este tipo de tribulaciones, la verdad que estoy tentado de ir a la universidad para renunciar y pedir que me devuelvan el dinero argumentando lo que tristemente te he descrito …”

“No sigas”, le respondí sonriendo maliciosamente, “yo se quien puede responder a todas tus interrogantes y cuestionamientos, pues me has hecho recordar a la desgraciada Justine”, le dije cogiendo un voluminoso tomo de mi biblioteca y depositándolo en sus manos, “lee por favor Justine y los Infortunios de la Virtud del Marques de Sade y conversemos dentro de una semana …”

Ahhhhhhhhhh, Donatien Alphonse Francois, El Marques de Sade, el Divino Marques como le llamaban sus seguidores y acólitos, es uno de los personajes mas interesantes y polémicos de la historia, libertino hasta los huesos, sin embargo poseedor de una prodigiosa mente filosófica y de una demoledora prosa, encarnará por siempre la imagen de los placeres violentos, del exceso, del escándalo y de la rebeldía mas recalcitante.

Fue uno de los críticos mas ácidos de la sociedad, lanzándose con temeridad de kamikaze contra casi todas las instituciones de su época, revolucionario en potencia, incrédulo ante los poderes establecidos, cargo furiosamente contra la iglesia, la monarquía y contra la nobleza mas conservadora, terminó pasando sus últimos días en un limbo entre la lucidez y la locura encarcelado en la Bastilla escribiendo sus últimos textos con su propia sangre y excrementos sobre trozos de papel higiénico antes de morir.

Yo he tenido la suerte de leer tres de sus obras mas célebres en el momento oportuno, y recalco que agradezco mucho que fueran en el momento oportuno, pues su prosa es tan subversiva, sus maneras tan descarnadas y sus sofismas tan convincentes, que fácilmente podrían ocasionarle deformaciones mentales a desprevenidos y jóvenes lectores, tanto así que su obra ha sido por muchos años temida y prohibida al ser considerada ya desde su época “un atentado a la moral publica en general y a todos los estamentos sociales y gubernamentales del país y del mundo entero”.

Especialmente “Las 20 Jornadas de Sodoma” ha formado parte durante décadas de la famosa lista de textos proscritos por la Iglesia Católica, siendo catalogada de pornográfica, perversa, denigrante, delirante y aberrante, ningún editor se atrevió a publicarla, por lo que tuvo que esperar hasta la segunda mitad del siglo XX para poder salir a la luz.

“Justine y Los Infortunios de la Virtud”, es su primera obra y la primera que leí estando en la universidad, a raíz de que me llamo mucho la atención la revisión que se hizo de un folletín anticlerical y antimonárquico escrito por Sade durante una clase del curso de filosofía en mi facultad, recuerdo que me impresionó mucho la dureza y contundencia de sus palabras, así como su demoledora prosa que con un solo párrafo hacía reflexionar mas que todo un texto completo de cualquier otro autor menos dotado para las letras y la filosofía.

Así pues, como dije, Justine fue su primera obra y la mas “sutil” si es que de alguna manera se la quiere comparar con el resto de su producción mucho mas polarizada y extremista, donde nos describe el punto de vista diametralmente opuesto de dos personas, exponiéndolos, pero jugando aparentemente a no hacer ningún juicio de valor a favor o en contra de ninguno de ellos, y mas bien cargando al lector con la responsabilidad de sacar sus propias conclusiones, mas aún, el ladino marques nos hace un guiño burlón hacia el final de la novela cuando inclina levemente la balanza hacia el camino que le conocemos opuesto.

La novela cuenta la historia de dos bellas hermanas, que a muy corta edad caen en la orfandad: Justine, la primera de ellas, era una jovencita dulce, ingenua, tierna, sensible, candorosa, soñadora y de buen corazón, con inclinaciones hacia la virtud; Julieta, muy por el contrario era una jovencita despierta, astuta, aventada, liviana, de temperamento práctico y con inclinaciones hacia lo fácil, de esta manera, al tener caracteres y visiones completamente distintas de la vida, ambas hermanas se separan irremediablemente contando tan solo con 12 y 14 años de edad, sin embargo volverán a encontrarse muchos años después …

Así pues, luego de 15 años, Julieta pasa de una situación precaria y casi desesperada a ser una de las mujeres mas ricas y poderosas de Paris, llegando a convertirse en la condesa de Lorsange, poseedora de numerosos títulos nobiliarios, de cuantiosas sumas de dinero, de bellísimas joyas, de varias casas en el campo y la ciudad, y llegando a ser amante del señor de Corville, consejero de estado y hombre de alta reputación en el gobierno, que se hallaba en vísperas de ocupar un alto cargo ministerial; sin embargo sabemos que la condesa de Lorsange es una de esas sacerdotisas de Venus que debe su fortuna a un rostro encantador, a una conducta desenfrenada, licenciosa y libertina, y a un estilo de vida lleno de numerosos delitos e iniquidades que le han permitido recorrer el largo camino desde pobre pero encantadora prostituta, hasta seductora y calculadora cortesana que sabe utilizar hábilmente sus encantos para embaucar amantes, para luego robarles, chantajearlos, extorsionarlos y hasta asesinarlos para finalmente terminar heredando sus posesiones.

Por otro lado, en el mismo lapso de tiempo, Justine, aferrada siempre a la virtud, a hacer el bien y mantener a ultranza su pureza y castidad, creyente acérrima de que la providencia sabrá premiarla por su buen comportamiento, pasa por una serie de calamidades que la arrastran a un espiral cada vez mas desgraciado, pasando de esta manera por las manos de un libertino que intenta pervertirla siendo tan solo una niña, de un usurero que se aprovecha de su inocencia implicándola en un robo, de un médico que a nombre de la ciencia realiza macabros experimentos con desprevenidas jovencitas, de una banda de bandidos que casi la somete a una violación grupal en un desolado bosque, de un marques libertino, sodomita y matricida, de unos monjes cuyo templo es una tapadera para esclavizar sexualmente a bellas jovencitas, de un malhechor que la brutaliza peor que a un animal de carga, etc, siendo verdaderamente inconcebible todo el catálogo de perversidades que tiene que soportar la bella Justine en su infructuosa y esquiva búsqueda de la virtud.

Y es que el marques de Sade demuestra su oficio en aquello que inmortalizó su nombre, pues hace recorrer a su desgraciada protagonista a través de un increíble Tour de Force en el que los maltratos mentales y el sadismo psicológico son tan o quizá mas desgarradores que las pruebas físicas a las que se ve sometida la desdichada jovencita, quien es reiteradamente golpeada, violada, sodomizada y hasta marcada con hierro candente como un animal, pero lo peor de todo es que todas esas vejaciones son siempre acompañadas de disertaciones y diatribas por parte de los agresores, que parecen empecinados en embadurnar su joven mente con sofismas hábilmente planteados por el marques a través de estos depravados personajes, verdaderos filósofos del mal.

Solo a manera de ejemplo, seamos testigos de uno de estos momentos, al inicio de la novela, donde siendo tan solo una niña de unos 12 años de edad, Justine cae en manos del señor Dubourg, un viejo libertino que intenta corromperla a pesar de su corta edad:

“Los trabajos que puede hacer en una casa una niña como vos, Justina, son poco útiles. No tenéis la edad ni el aspecto que os permitan colocaros como queráis; en las casas para nada se desea emplear niñas, pero, si tuvieras un poco menos de esa ridícula decencia, podríais encontrar un buen destino en la casa de cualquier libertino. Debéis tender a eso; esa virtud de la que hacéis gala no sirve para nada en este mundo, y haríais mejor en no alardear de ella, pues así no obtendréis ni siquiera un vaso de agua”.

“Oh Señor, es que no hay compasión ni sentimientos honestos en el corazón de los hombres?”

“Muy poco hija mía, muy poco … se ha perdido ya la manía de hacer favores gratuitos. Quizá uno pueda sentirse orgulloso de ser caritativo, pero esa satisfacción que da el orgullo es tan quimérica y se disipa tan pronto, que se necesitan placeres mas concretos, y por ejemplo en el caso de una niña como vos, preferimos obtener los placeres mas libertinos como premio al dinero que se adelanta, antes que enorgullecernos de haber dado esta limosna”

"Que crueldad señor, que dureza. Acaso pensáis que el cielo no os va a castigar por ello?”

“Entérate pequeña aprendiz, que el cielo es la cosa del mundo que menos nos interesa. Pero dejemos esa ilusoria idea vuestra y ocupémonos de lo que nos interesa. Os pondré a servir a mi gobernanta y todas las mañanas delante de mi, tanto ella como mi criado os someterán a unas pruebas cuyo espectáculo despertara mis adormecidos sentidos, como no lo consigue la mas voluptuosa de las mujeres en el mas enamorado de los hombres …”

Fue el Marques de Sade alguna especie de monstruo?, o fue quizá un denodado critico que lanzó sus temibles dardos envenenados hacia las contradicciones del sistema y hacia la hipocresía reinante en la sociedad?, …, es bastante interesante el texto de Simone de Beauvoir, quien curiosamente pinta al maques como un revolucionario de lo positivo cuyo gesto de primera fila ha sido según él, el introducirse al fondo de la cloaca para extraer la mierda tal cual como es, sin disimulo alguno:

“En la soledad de los calabozos, Sade tuvo también su noche ética, parecida a la noche intelectual de Descartes. No logró el surgimiento de su evidencia, pero por lo menos cuestionó todas las respuestas demasiado fáciles. Si es posible superar la soledad de los individuos es a condición de no conocerla. En el caso contrario, la promesa de dicha y de justicia envuelve las peores amenazas. Sade ha vivido hasta las heces el momento del egoísmo, de la injusticia, de la desdicha y clama por la verdad. Lo que constituye el valor supremo de su testimonio es que nos inquieta, pues nos obliga a plantearnos el problema esencial, que bajo otras apariencias obsesiona a nuestro tiempo: las verdaderas relaciones del ser humano con el ser humano”


1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente Markowsky, lo habeis hecho de nuevo! Estuve muy entretenido con el articulo y durante todo el relato senti la impotencia de vuestro amigo, asi como las penurias de Justine que son las nuestras, la de los que fuimos educados enganiados en estos temas de las rtelaciones humanas.