La Leyenda de La Nynfa & El Fauno - Duelo en North Town - Parte 2

La mujer y el hombre suben lentamente a la tarima en cuyo centro se encuentra una enorme cama circular. Ubicándose frente a frente ambos se observan con penetrante mirada. Un centelleo refulge en el ojo de Melina mas al estilo Spaghetti Western que de bacanal porno. De hecho la vestimenta de ambos, así como la de la mayoría de los presentes delata cierto fetiche con el viejo oeste, chaleco, pistolera y espuelas incluidas.


Spear es un tipo alto y desgarbado, de mentón partido y nariz ligeramente aguileña. Ladeando ligeramente su sombrero con una mano, con aire de desdén lanza hacia su costado un rápido escupitajo estilo "Hombre sin Nombre" en señal de desafío, haciendo murmurar a la concurrencia.
El fauno mueve la cabeza en señal de desaprobación al no entender el gesto de Spear hacia semejante beldad que tiene al frente, pues la rubia Melina es todo un regalo para la vista. Un pequeño corsé con dos finas tiras de cuero anudadas en su nuca apenas pueden contener aquel par de descomunales y ampulosos senos, mientras que las pantalonetas estratégicamente recortadas alrededor de la pelvis enmarcan un excelso pubis perlado ya de finas gotas de su elixir interno.


El sonido de una chicharra saca al fauno de su ensimismamiento, al tiempo que hombre y mujer empiezan a despojarse lentamente de sus prendas, siempre manteniendo aquel misterioso contacto visual. Una escotilla se abre en el techo del recinto y una enorme estructura con numerosos brazos metálicos soportando enormes pantallas de video se posiciona en abanico descendente sobre la cama.
El fauno recibe un juguetón codazo en el vientre por parte de la Nynfa, cuando esta lo encuentra nuevamente hipnotizado contemplando los gigantescos y bamboleantes senos de Melina amplificado por uno de los monitores cuando esta se inclina para despojarse de sus pantalonetas.


Finalmente hombre y mujer se encuentran ya desnudos con los monitores haciendo zoom y enfocando sus genitales y demás zonas erógenas. Mientras el hombre procede a masajearse vigorosamente el miembro con la mano, la mujer toma la delantera procediendo con gracia felina a colocarse a cuatro patas arqueándose mimosamente sobre el borde de la cama regalando a todos los presentes la voluptuosa visión posterior de su cavidad amatoria. Con el miembro enhiesto como asta de bandera Spear avanza con decisión, caminada de vaquero incluida, apuntando hacia aquella fresca y espléndida rosa que le ofrece Melina.


Pronto Spear empieza la embestida como un potro salvaje, mientras las cámaras estratégicamente ubicadas muestran lo mejor de la acción en los monitores. Una primera muestra un primer plano lateral del miembro entrando y saliendo rítmicamente de la vagina de la mujer. Una segunda muestra los testículos rebotando contra la vulva, mientras que una tercera muestra las ondas del impacto de las arremetidas expandiéndose como un sismo a través las carnosas nalgas. Una cuarta muestra el cadencioso vaivén de los enormes senos en un ángulo donde se puede apreciar el gesto morbosamente lascivo en el rostro de melina, mejillas enrojecidas, lengua colgante, ojos entrecerrados.
Un altavoz contribuye al morbo del fauno amplificando todos los sonidos de la escena, el splash del mete-saca, los entrecortados jadeos de la mujer, los guturales gorgoteos del hombre.
La expresión del fauno es la de un autista total, moviendo frenéticamente su mirada de monitor en monitor tratando de no perderse ni un solo detalle de la acción. Sin embargo la Nynfa solo enfoca su mirada en uno solo. Aquel donde se muestra el rostro un tanto crispado de Spear.


El fauno lanza una sonora exclamación de entusiasmo cuando una de las cámaras enfoca la mano de melina frotando frenéticamente su clítoris. Los jadeos de la mujer aumentan notoriamente in crescendo. La multitud ahoga un suspiro.
La Nynfa observa nuevamente de manera selectiva los monitores. Esta vez concentra su mirada en una toma que muestra enormes gotas de sudor resbalando por el rostro de Spear que terminan escurriéndose sobre las nalgas de la mujer. Hasta que todo sucede de manera simultánea.
Melina exhala un hondo suspiro alcanzando el orgasmo, el cual resuena con interminables ecos en la cabeza del fauno, a la par que el Spear lanza un terrible alarido, seguido de un fuerte chasquido como de algo que se quebrase.


El hombre se separa abruptamente de la mujer, tambaleándose. La Nynfa observa aterrada que su miembro ya no existe. En su lugar una roja herida aparece en su bajo vientre, donde la sangre mana a raudales. El fauno está demasiado erotizado para darse cuenta de lo que está sucediendo. Sus cinco sentidos de encuentran posados en Melina, cuyo brutal orgasmo le hace temblar descontroladamente todo el cuerpo. Sin embargo la expresión del fauno cambia súbitamente cuando su vista la lleva hacia la pulsante vagina de la mujer. Observa anonadado los poderosos músculos vaginales contrayéndose espasmódicamente y triturando todavía los restos de lo que fue el miembro de Spear. Finalmente una avalancha de fluido vaginal, carne y detritus es expulsada como un torrente hacia afuera por la fuerza descomunal de los esfínteres.


Spear cae al suelo retorciéndose presa de un dolor insoportable. Melina se gira todavía con gesto lascivo y coge el arma de fuego que se encuentra en su pistolera. Colocando el arma en la sien del hombre procede a liquidarlo piadosamente frente a la mirada de los presentes.
Fauno y Ninfa se miran incrédulos, lo inesperado de la escena los ha dejado sin habla momentáneamente. Rápidamente un grupo de hombres entra y se llevan el cadáver de Spear mientras Melina desaparece discretamente por la parte posterior. Luego otro grupo de hombres ejecuta raudamente labores de limpieza dejando preparado el escenario para el siguiente encuentro.

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