jueves, 21 de mayo de 2009

La Vecina del Patio Interior - La História Mas Hardcore de UVE

En el número 11 de la Biblioteca Universal de Misterio y Terror de Ediciones UVE se publicó el que considero el cuento más Hardcore de la colección: “La Vecina del Patio Interior”, breve historia escrita por el genial Nino Velasco que narra una espeluznante y bizarra historia de “amor” heredera de clásicos literarios como “La Venus de las Pieles” de Leopold Von Sacher-Masoch o clásicos cinematográficos como “El Imperio de Los Sentidos” de Nagisa Oshima y que nunca ha dejado de causarme escalofríos cada vez que he tenido ocasión de leerla debido a la descarnada crudeza de su contenido.

Y es que a diferencia de las dos obras mencionadas, en “La Vecina del Patio Interior”, no hay consentimiento mutuo en la extraña, perversa y destructiva relación que se forma entre el infortunado protagonista y su “amante” Dora, donde las cotas de indefensión, desesperación y patetismo a las que llega el desvalido protagonista se tornan tan palpables que francamente la experiencia se revierte en un doloroso e insoportable Tour de Force para el lector, experiencia que solamente encuentro similar a la chocante media hora final de “Audición” del inigualable Takashi Miike.

A continuación reproduzco solo algunos párrafos clave de la historia, omitiendo especialmente cualquier detalle sobre el desgarrador clímax para no arruinarle al lector interesado la perturbadora experiencia:

“Era muy rubia, lo que se dice rubia platino; tendría uno 35 años aproximadamente y se cubría con un albornoz blanco de felpa a través del que se adivinaba un cuerpo fresco y vigoroso. No llevaba ninguna otra prenda debajo, según deduje en el momento en el que ella se agachó para coger algo y pude ver su pecho espléndido de piel pálida y turgente.”

“Prácticamente la acechaba todo el tiempo que tenia libre y aquella mujer se convirtió en seguida en una persistente obsesión para mi.”

“La simple visión de sus prendas interiores, todas de color blanco, me producía una impresión turbadora, pero sobre todo me fascinaba el amplio escote de su albornoz, el comienzo de su pecho desnudo, su cuello limpio y mórbido, su rostro de expresión madura, propio de una mujer equilibrada, pero probablemente muy ardiente.”

“Era muy alta, quizá mas que yo, y su aspecto, realmente llamativo, me producía con toda seguridad miedo. De modo que si no era ella quien daba los primeros pasos, yo me sentía incapaz de iniciar cualquier cosa.”

“De cerca me producía una impresión tremenda, era grande y fuerte, sin que esto le quitase ni una pizca de su turbador atractivo.”

“Nos acostamos juntos y en el transcurso de la noche me produjo mas lesiones; uno de sus besos fue sangriento, me mordió los labios de improviso hasta penetrarlos con sus dientes cortantes y clavo sus agudas uñas en mi pecho, dejándome diez marcas rojas y profundas.”

“Dora se tumbó después sobre mi, y mientras frotaba suavemente su pubis contra mis glúteos ajustándose a un movimiento rítmico, me fue clavando uno a uno todos los alfileres. Pienso que serían veinte o treinta, a la vez que me arrullaba tiernamente, me los clavó a la altura de los omóplatos, en los costados, a lo largo de la columna vertebral. Los últimos en las axilas me produjeron un dolor inaguantable. Después me los quito con prisa, me dio la vuelta como si fuese un muñeco y se montó sobre mi.”

“Me permitía hacer el amor después de cada sesión de sufrimientos a modo de compensación, ya que resultaba evidente que ella no tenía el menor interés en esta clase de episodios.”

“Me cortó el pelo con unas tijeras de cocina. Cuando ya no era posible raparlo mas con este instrumento, buscó a propósito una cuchilla vieja de las que yo usaba para afilar mis lápices y procedió a afeitarme la cabeza, insistiendo sobre mi cuero cabelludo con aquel filo inservible, entre espantosos dolores, raspaduras y cortes, hasta dejarme el cráneo totalmente limpio de cabello.”

“Ya no tengo esperanza. Ella llega cada noche con un tormento nuevo premeditado durante la jornada y lo pone decididamente en práctica entre besos y caricias, ahogando a veces mis chillidos con una grosera bola de algodón que me introduce en la boca. Me ha tenido dos días con veinte chinchetas incrustadas en el cráneo rapado.”

“Porque haces esto conmigo?, le pregunte una noche que llego muy tarde y se metió en la cama junto a mi, mas acariciadora que nunca, sin producirme ningún daño. Porque me gustas, porque te quiero …”.

5 comentarios:

marte dijo...

la historia me parece segun lo que tu cuentas muy interesante, por que esa clase de pelis me son un poco dificil de conseguir, postea mas para poder buscar este material. gracias :)

Kalvicio dijo...

jejeje tengo mi número once en la mano y no esta ese cuento jejeje esta "Sombras en la catedral", sin embargo, busco en google y todas las fichas que aparecen referentes a este libro esta "la vecina del patio interior" ¿que habrá pasado con la edición chilena? jejeje

Kalvicio dijo...

Al menos está disponible aquí =)

http://cuentosnegros.atspace.com/cuentosnegros/HOMErapida.html

Unknown dijo...

Hace mucho tiempo la leí. Te mantiene en suspenso todo el relato. La he buscado y no la encuentro. Es parte de una recopilación de cuentos.

Unknown dijo...

https://archive.org/details/BibliotecaUniversalDeMisterioYTerror